El artista plástico Miguel Valverde impartió una conferencia sobre la aportación estética que la comunidad menonita ha tenido en Chihuahua en los últimos 100 años.
Nacido en la Tierra de las Tres Culturas en 1980, la vida de Miguel Valverde es un testimonio del arte. Con sus obra expuestas en México, Estados Unidos, Austria y Alemania, se ha hecho un nombre en el mundo con piezas artísticas que llevan historias en su profundidad.
Es un hombre que se dedica a todo: pinturas, murales y esculturas que se pueden encontrar en universidades y espacios públicos, centros de convenciones, museos, centros culturales y parques alrededor de Chihuahua y del mundo.
En su conferencia “La aportación estética de la cultura menonita a Chihuahua”, Miguel Valverde habló sobre el efecto que la comunidad ha tenido en sus actividades artísticas personales, así como de la familiaridad de la vida menonita a través de pinturas que representan una vida organizada, sencilla y orientada a la comunidad.
Al preguntarle si la cultura menonita representa una inspiración en su vida artística, recordó uno de los primeros acercamientos con la comunidad de niño, cuando pasaban buggies por su casa rumbo al Campo 26: “pasaban unos señores que se veían ya viejitos, tenían como 80 años, y los niños del barrio los esperaban para cruzar el río con ellos”, revive, “eso fue el primer acercamiento”.
Recuerda cuando la comunidad todavía era más cerrada y los acercamientos no eran tan fáciles, pero tenía amigos menonitas con los que convivía y aprendía de ellos al tiempo que ellos aprendían de el.
“A partir de este siglo, ha cambiado muchísimo la relación, la apertura de la misma cultura y de las personas, tanto mestizos con menonitas y vice versa”, cuenta. “Esa apertura fue importante porque la tomé como inspiración para hacer mis proyectos de arte en la universidad y posteriormente realicé una colección para una beca (…) y con esa temática logré resaltar esa exposición de la cultura menonita”.
También contó acerca del rol de los menonitas dentro del mundo artístico: “yo creo que la gastronomía es uno de los valores más grandes que hay en la cultura menonita”, refiriéndose al hecho de que la comida también puede ser un arte.
“Ahora está empezando el desarrollo artístico (dentro de la comunidad), no por una tradición milenaria, sino como una tradición de que ya se abrió tanto y hay nuevos talentos que están emergiendo.”
Cuenta que la comunidad menonita juega un rol parte importante en la gastronomía, arquitectura, pintura y escultura. Refuerza que la gastronomía es un arte que se ha mantenido a través de las décadas, a través de métodos tradicionales que se han mantenido vivos.
Para Miguel Valverde, mantener las tradiciones es parte esencial del arte menonita. “Si se descuidan, se van a empezar a perder”, dice acerca de las costumbres de la comunidad.
En su conferencia, Miguel Valverde mostró algunos bocetos que acabaron inspirándole para crear cuadros centrados en la comunidad menonita, con imágenes de mujeres trabajando en sus casas, campos organizados que parecen extenderse eternamente y la tranquila vida de una familia menonita en su granja.
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