Durante los cinco días de celebraciones del 100 Aniversario Menonita, emprendedores, soñadores y creadores acudieron a sus puestos en el Summer Heritage Market, un mercadito local que tuvo lugar en el Gimnasio Kleingemeinde del Km. 14. 

El mercado reunió a pequeñas y grandes empresas, emprendedores ilusionados, artistas emocionados y expertos artesanos para mostrar sus productos. 

Desde el primer día, el mercado se llenó de visitantes entusiasmados que buscaban ese algo especial que llenara su corazón de alegría, y desde luego tenían muchas opciones. 

Para los amantes de la comida, sobraban puestos que ofrecían pays de manzana caseros, pepinos y mermeladas recién enlatados, productos regionales honrando al territorio que llamamos hogar, café para mantener el ánimo alto y libros de recetas para llevar el sabor menonita a casa.

Para las personas interesadas en animar su vestuario, había más que suficientes negocios que ofrecían ropa y accesorios, desde aretes hechos a mano y ropa tradicional rarámuri hasta estilosas gorras y cinturones de cuero que desprendían su terroso olor desde lejos.

Para el hogar y la salud, un montón de puestos ofrecían cosas como decoraciones para añadir algo de color y cultura al hogar, platos de cerámica artesanales de la venerada artista Verónica Enns, jabones naturales hechos a mano que olían a gloria, e incluso una librería para expandir la mente.

Las experiencias tampoco se quedaron atrás. Si alguien quería hacerse una trenza, podía sentarse y disfrutar de la agradable sensación del peinado. Un photo booth permitió a los visitantes a capturar el recuerdo del presente para siempre. Para los niños, un puesto de arte que les invitaba a explorar su creatividad fue un éxito. 

A lo largo de los años, la Tierra de las Tres Culturas ha visto aumentar el número de personas que siguen sus proyectos de pasión en cada cultura (incluyendo la menonita), y no podría ser más evidente que en el Summer Heritage Market.

Los vendedores, entusiasmados, ofrecieron sus productos a los ansiosos visitantes, al tiempo que establecían relaciones entre ellos y con la comunidad. 

El mercado fue más que un simple mercado: fue una oportunidad para que la gente creara conexiones que van más allá del acto de comprar y vender. Quienes compraron productos, se llevaron un trozo de la comunidad y de los corazones de quienes los elaboraban a la casa.